Pequeñas sorpresas y grandes casualidades

Cuando se viaja siempre se aprenden y experimentan cosas nuevas, hay algunas que te las esperas y por lo tanton no te sorprenden, otras que simplemente no las conoces y las descubres por primera vez y otras que por el contrario te las esperas de una manera y son completamente bien distintas, entonces es cuando te sorprenden, eso es lo que me paso a mi con los arboles de los mangos, parece una gilipollez, pero yo pensaban que eran arboles pequeñitos como el naranjo o el manzano, y para mi sorpresa son arboles grandisimos, muy robustos, bien tupidos hasta la copa y cargadisimos de mangos, que encima es temporada y se van madurando y cayendo, aparte unos mangos grandotes que nada tienen que ver con los que nos comemos en Europa.Esto fue una pequeña sorpresa bastante agradable, pero lo de las casualidades de la vida si que es increible, cuando llego la "panga" privada que os contaba a Solentiname con un grupo de 8 personas, una de ellas era española, pero es que para mas casualidad era de Benidorm, y para todavia mas casualidad habia estudiado en el colegio Lope de Vega donde yo tambien estudie, y todavia para mas "inri" me conocia a mi y a mi hermano, yo no me lo podia creer, yo la verdad que a esta chica, Sonia Cascales, no la conozco, aunque su cara me sonaba un monton, en medio de una isla casi deshabitada que se encuentren dos españoles, ya es dificil, pero que encima sean del mismo pueblo y hayan estudiado en el mismo colegio, ya es la puta hostia. Esta chica ya afincada en Çosta Rica desde hace casi 4 años,con acento y novio costarricense, trabaja para el gobierno español en un proyecto de ayuda a los inmigrantes nicaraguenses que cruzan a Costa Rica para trabajar. Desde aqui, quiero brindar por las casualidades de la vida y por esos pequeños detalles que dia a dia te van sorprendiendo y hacen que la vida diaria no se convierta en una rutina.

Toni